El nuevo radar está en altura y es el primero de los ocho fijos que se colocarán en la ciudad de Ourense.
Ya está colocado el decimoquinto radar fijo de las carreteras de la provincia de Ourense, y el primero en la ciudad. Está situado en el kilómetro 237 de la N525, cerca del acceso a los barrios de O Couto y Vistahermosa, donde la velocidad está limitada a 80 km/hora, a la altura de Rabo de Galo.
Este nuevo modelo de radar controlará la velocidad en ambos sentidos de la marcha, siendo el primero de este tipo en los accesos de la ciudad. Aunque la instalación, que
se completó hace unos días, todavía no está activo, ya que ahora se deben colocar los carteles informativos sobre la existencia del radar, que se colocan siempre que se trata de un cinemómetro fijo.
Según Tráfico, la Policía Local de Ourense siempre se quejaba de la situación en esa zona, antes del paso inferior. Tanto los vecinos, primero, como el Concello, después, pidieron la colocación de este controlador de velocidad.
Para la Policía Local, según remitió a Tráfico, es el sitio, con diferencia, más peligroso y con más siniestros de la ciudad en la actualidad. Para atajar esa siniestralidad, que solo en 2018 dejó un accidente mortal, tres graves y 15 leves, los responsables de Tráfico han colocado un radar en altura, que mide la velocidad en ambos sentidos de circulación, por lo que la cabina no está a ras de suelo, sino varios metros por encima de la carretera. Inicialmente, se esperaba instalar el radar en 2022, pero un problema con el contrato de los equipamientos retrasó todo hasta ahora.
Este radar se unirá a otros siete que el Concello de Ourense empezará a colocar -a través de la adjudicataria del contrato- en las próximas semanas en las principales entradas y salidas de la urbe.
Fuente: La Región
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